Las personas con
Discapacidad Intelectual muestran una gran variedad en el desarrollo y
evolución de las distintas áreas de desarrollo, dependiendo de múltiples factores
como la etiología, el momento de aparición y la evolución del déficit, la
actitud familiar, la existencia o no de otros síndromes asociados y el proceso
seguido en su estimulación, instrucción y apoyo especializado.
ÁREA PSICOMOTORA.:
- Respecto a la dinámica general pueden
presentar: torpeza y debilidad motora, deficiente coordinación motora e
inestabilidad motriz.
- Una motricidad fina
caracterizada por una inadecuada coordinación manual, débil prensión y escaso
control segmentario.
- Los movimientos de las
piernas se caracterizan por la hipotonía y la falta de coordinación.
La Discapacidad Intelectual se manifiesta en
los primeros momentos de vida, con un retraso en las respuestas motoras que se
aprecia en las primeras exploraciones neurológicas.
ÁREA COGNITIVA:
- Presentan problemas en la metacognición, es
decir en la capacidad de autorregular el propio aprendizaje y de planificar las
estrategias de actuación en cada situación.
- Tienen alterados los procesos
de control cognitivo.
- Manifiestan problemas muy
evidentes en la generalización de los aprendizajes que adquieren.
- Como consecuencia de todo
ello, van a tener dificultades permanentes en su proceso de aprendizaje.
ÁREA LINGÜÍSTICA Y DE LA COMUNICACIÓN:
- Desarrollo
fonético y fonológico: Son capaces de aprender los fonemas, aunque lo hacen más
lentamente que los compañeros de su misma edad y con problemas de articulación
que en muchos casos no llegan a superar del todo. Un elevado porcentaje de las
alteraciones de pronunciación se deben a malformaciones en los órganos articulatorios
o a problemas de audición.
- Desarrollo del léxico: Tienen un
vocabulario reducido, concreto y muy ligado al contexto en el que se
encuentran.
- Desarrollo morfológico y sintáctico: Su evolución presenta un desfase general
con respecto a su grupo de referencia. Los niños con D. I. emiten enunciados
incompletos, utilizan oraciones simples y normalmente con un valor demostrativo.
- Desarrollo pragmático: En general su lenguaje
comprensivo es mejor que el expresivo. Pueden presentar poca intención comunicativa
y dependen en gran medida de la iniciativa y demandas de los adultos.
Los rasgos más comunes de las personas con discapacidad intelectual son:
- Capacidad cognitiva limitada para adaptarse
a las demandas que el entorno familiar, social y escolar presenta.
- Deficiente adquisición y
uso del lenguaje.
- Limitada capacidad para
asimilar procesar y retener información, lo que les dificulta la resolución de
problemas y situaciones.
- Dificultad para dirigir y
mantener la atención sobre los estímulos relevantes.
- En general, problemas para
compartir, esperar el turno, sonreír, atender, imitar, y seguir instrucciones.
La presencia mayor o menor de este conjunto de características
provocan respuestas emocionales poco adaptadas que alejan a la persona de los
patrones socialmente aceptados.
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